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CONTUNDENTE TRIUNFO POPULAR

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    fcabieses
  • 2 jul
  • 3 Min. de lectura

Autor: HUGO ALCAYAGA BRISSO

 

              La vigorosa votación  de la Izquierda que permitió el triunfo de Jeannette Jara, militante comunista  y quien fuera ministra del Trabajo del actual gobierno,  y el término que debe ser definitivo de la agotada Concertación (ahora Socialismo Democrático) constituyen los aspectos más relevantes de las elecciones primarias efectuadas  con miras a las presidenciales de fin de año.

              Holgadamente la ganadora se impuso con el 60% de los votos a la también ex ministra Carolina Tohá (PPD) 28%, quien había empezado liderando las postulaciones del oficialismo pero cuyo favoritismo declinó cuando comenzaron a conocerse sus ideas contrarias a los cambios, lejos del socialismo real, anticomunista y antagónica a las profundas transformaciones que exige el pueblo.

              Más que una victoria histórica fue una paliza electoral que pocos esperaban. Sin embargo, la ciudadanía se pronunció en forma categórica por posiciones avanzadas que requieren las mayorías sometidas todavía a un modelo de desigualdades que es injusto y discriminatorio.

              A lo largo de su trayectoria es primera vez que el PC accede a una situación expectante de esta naturaleza. Con anterioridad había presentado candidatos que solo tuvieron un carácter testimonial que de antemano se sabía que no contaban con posibilidades de triunfo.

              Esta vez se sumaron al PC, Acción  Humanista  y la Izquierda Cristiana, junto a vastos sectores de la Izquierda independiente. De la mayor importancia, asimismo, fue el aporte de los movimientos  y fuerzas sociales,  que la casta política tradicional ignora o desconoce.

              Todos estos sectores que están por una democracia plena, igualdad y dignidad, no tienen relación con la llamada centro izquierda,  que no sale de los límites social demócrata. La centro izquierda es conciliadora, no quiere cambios y tienen mayor afinidad con la centro derecha. Ello le llevó a perder las primarias por cifras sorprendentes.

              La candidata Tohá al analizar los resultados declaró que estos le parecían “tristes y decepcionantes”. No se descarta que también estos resultados sean determinantes para poner fin a su carrera política,  que incluyó la alcaldía de Santiago y el ministerio del Interior.  El propio Socialismo Democrático que hoy ocupa el lugar de la agotada Concertación que luego pasó a ser Nueva Mayoría, se encuentra igualmente a las puertas del ocaso.

              Para Jeannette Jara, que tiene conexión real con la gente, lo que viene es duro y difícil. En lo inmediato debe convocar  a la unidad del sector, lo que le demandará arduos esfuerzos,  y luego liderar manifestaciones sociales populares para presionar  a la sociedad chilena conservadora que se opone a que una militante comunista pueda llegar a la presidencia de la República.

              Al enfrentar a la ultraderecha en los comicios  por La Moneda lo hará  en desventaja, porque los poderosos son los dueños del dinero y de la desinformación  a través del control absoluto de los medios de comunicación. Desde ya, se impone un amplio despliegue informativo a lo largo de todo el territorio nacional.

               En el gobierno, la sucesora de Gabriel Boric enfrentará al principal enemigo del pueblo, que es el pinochetismo. Aunque la dictadura  terminó hace 35 años, el ominoso legado del tirano sustenta  el control de Chile y los chilenos mediante la Constitución militar del siglo pasado,  el modelo neoliberal que privilegia  a una minoría  ricachona y el mercado desregulado  que mantiene arrinconado al Estado  debilitado y disminuido.

              Por ello es perentorio convocar a un nuevo proceso constituyente, con la participación de toda la ciudadanía informada. Es una vergüenza que a estas alturas del siglo XXI, Chile sea el único país en el mundo en que rige una Constitución antidemocrática que proviene de una dictadura genocida.

              El tema constitucional estuvo ausente en el debate de los cuatro candidatos oficialistas en las recientes primarias. Tampoco se abordó los elevados niveles de desigualdad que abruman a la inmensa mayoría de pobres y menos pobres. Este es el momento de poner sobre la mesa todo lo que se omitió durante la reciente campaña. Esas omisiones provocaron sin duda que la concurrencia  a las urnas  fuera mucho menor que la esperada.

              Tras la victoria, Jeannette Jara señaló que “hoy comienza un nuevo camino que recorreremos juntas y juntos con la convicción de construir un Chile más justo y democrático.  Frente a la amenaza de la extrema derecha responderemos con unidad, diálogo y esperanza”. Impuestos a los más ricos y la renacionalización de la minería figuran en su agenda gubernamental.

              Los 825 mil votos que obtuvo la ganadora hay que multiplicarlos desde ahora para consolidar el triunfo de la Izquierda y el pueblo en las presidenciales del 16 de noviembre próximo. La pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades deben ser doblegadas prontamente.

 

Hugo Alcayaga Brisso

Valparaíso


 
 
 

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