Autora: LUCÍA SEPULVEDA RUIZ
El viernes 31 de agosto participé en un conversatorio denominado “Punto Final”, en la Biblioteca Digital Gala Torres de Pudahuel realizado en una clave de cariño y respeto mutuo, en el marco de los 50 años del golpe cívico-militar. Fui en representación de nuestro Director, Manuel Cabieses, que debió excusarse por razones de salud. Desde el ingreso al recinto la acogida fue muy familiar, ya que había ejemplares de la revista en las mesas, dispuestos como para ser hojeados o examinados. La actividad fue en la tarde, pero en la mañana había sido el turno de estudiantes de séptimo y octavo básico de un liceo de la comuna, que se interesaron por saber qué pasó en Chile antes y después del golpe de estado cívico-militar. Querían saber qué fue Punto Final en esos tiempos y encontraron muy llamativas y actuales sus portadas. La iniciativa del conversatorio fue de Segundo Sanhueza, encargado de Fomento Lector de esa Biblioteca, que ha creado un dinámico Club de Lectoras y Lectores. Su vínculo con Punto Final se alimenta además de su cercanía con la Biblioteca Popular de Maipú, receptora de una parte de los materiales de archivo de la revista cuando se produjo el cierre de su publicación. Reveló Segundo además que esa biblioteca maipucina recibió posteriormente una colección empastada de Punto Final, como donación de una vecina que personalmente realizó esa tarea. Los miembros del Club de Lectores que anima Segundo, no sólo comentan lo que leen sino además publican creaciones literarias de sus integrantes. Hace poco recibieron en la biblioteca a Víctor Heredia, cuya obra como novelista habían analizado detalladamente, lo que asombró al autor e intérprete argentino y propició un debate de gran nivel. Este mismo Club de Lectores fue parte del conversatorio junto a otras y otros vecinos y pobladores. La mayoría eran adultos mayores, pero también algunos jóvenes, además del personal de la biblioteca, interesado y participativo. En primera fila del semicírculo doble que formamos, estuvo una vecina histórica, Mirta Catalán, considerada memoria viviente de la comuna. Su participación dio un tono familiar y emotivo al encuentro. Despertando la memoria En un primer bloque todo giró en torno a lo vivido en Chile y Pudahuel (llamado Barrancas hasta el golpe) en los años del gobierno de la Unidad Popular, ya que “de eso no se habla en los 50 años”, decía Segundo, se ignora el contexto. Fueron surgiendo los recuerdos, las colonias escolares, el medio litro de leche, los campamentos y sus nombres, la nacionalización del cobre, las fábricas intervenidas y el área de propiedad social, las chacras que rodeaban el sector, las tomas de fundo, las JAP, los biblio buses y las micros antiguas que se usaban como sala de clases, el paro de los camioneros, los comandos comunales, y los libros en manos y bolsillos de obreros y pobladores. Un joven asistente nos cuenta: “A propósito, en pocos días más, el 12 de septiembre inauguraremos la Exposición Quimantú 71-73 en el local del ex Juzgado (El Salitre 748), con los libros que yo mismo he recolectado por años en los cachureos, ya que mi mamá tiene un puesto en la feria”. Y luego quieren saber sobre cómo se fundó Punto Final, con qué idea se creó la revista, y así entramos al segundo bloque en que se conversó sobre PF, el golpe y la lucha antidictatorial en Pudahuel, los tiempos del PEM y el POJH, del hambre y los comedores populares. Me cuentan de Gala Torres, pobladora de Pudahuel, ya fallecida, que fue fundadora de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos AFDD y creadora de la Cueca Sola (“Y tú no vienes mi alma/larga es la ausencia/y por toda la tierra/pido conciencia”). La Biblioteca Digital Gala Torres, que periódicamente realiza cursos de alfabetización digital para personas mayores e infancias, recoge además esta historia para las nuevas generaciones. Había entre los presentes, una pobladora que había integrado los comités de Salud para las protestas, y otra que había sido parte de la organización de las ollas comunes y de la coordinadora de organizaciones populares. En ese marco rendimos homenaje a la memoria de Mauricio Maigret, miliciano de la resistencia caído en dictadura, y a todos los jóvenes y luchadores que sufrieron prisión política, tortura o exilio. Varias intervenciones señalaron que se echa de menos hoy un medio que informe como hacía Punto Final porque actualmente “todo lo manejan los de siempre, los que hicieron el golpe”, los que están contra el pueblo. Alguien pregunta cómo hizo para subsistir tanto tiempo la revista y quiénes eran -además de ellos- sus lectores. En un lugar de honor, en un atril, y junto a una clásica máquina de escribir, se exhibía un ejemplar del Diario del Che en Bolivia, en la edición de Punto Final. Por eso, y cerca ya del cierre hicimos una síntesis del rol que tuvo Punto Final en la recuperación del Diario del Ché y su publicación en exclusiva en la revista, como también del carácter latinoamericano que siempre tuvo PF en sus contenidos. También hablamos sobre los temas que cubrió Punto Final en la post dictadura denunciando las traiciones y vacíos de la transición. Muchos enviaron mensajes afectuosos a su director, Manuel Cabieses y recibieron con agrado sus palabras de saludo. Solicitaron la dirección de su blog, cuando comenté los contenidos que él abordaba ante situaciones muy críticas, destacando su permanente llamado a la unidad y organización del pueblo. Comenté también que medios electrónicos amigos, como Clarín de Chile, publican sus columnas. Las y los asistentes se comprometieron finalmente a mostrarle a sus nietos y nietas el link www.puntofinal.la para que puedan ambas generaciones acceder a la colección de Punto Final en sus dos etapas, y nos felicitaron por haber logrado la digitalización de PF. Al concluir el conversatorio, una de las vecinas presentes, de unos 70 años bien llevados, se acercó quedamente a despedirse y con su rostro iluminado por una sonrisa, me dio las gracias, diciendo: “Yo había olvidado muchas de las cosas que aquí se hablaron, pero cuando usted empezó a recordarlas, y otras personas siguieron esa hebra y agregaban sus propios recuerdos, a mí también me volvió todo a la mente, y me voy contenta, porque siento que he recuperado una parte de mi vida que tenía cancelada. Gracias a Punto Final!”
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Lucía Sepúlveda Ruiz www.periodismosanador.blogspot.com
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